¿Cuáles son las claves en el diseño de motorreductores?

Cuando se está hablando sobre el diseño de motorreductores, a lo que se está haciendo referencia es a una caja reductora de velocidad, la cual requiere de una cantidad considerable de requisitos que quien se encuentra a cargo de su diseño tendrá que controlar para lograr un buen resultado.

Hay que tener en cuenta que a medida que se pueda  conseguir un correcto funcionamiento del motor reductor, se va a lograr incidir de un modo directo y eficaz en la reducción de la velocidad en aquellas situaciones que así se lo necesite. Por lo tanto, un objetivo como el anterior afectar al rendimiento.

Cómo diseñar un buen motor reductor

En primera instancia se encuentran los requisitos de rendimiento, los cuales son parámetros que se usan para caracterizar las operaciones más específicas de la caja reductora de velocidad, entre los que se destacan:

  • Velocidad y potencia – En donde el rango de velocidad y la potencia se los considera si cumplen de un modo satisfactorio la operación del motor.

  • Torque – Es la fuerza de giro con la que un motorreductor funciona.

  • Ciclo de vida – De acuerdo con los mínimos que sean marcados en relación con los ciclos de vida, se pueden optar entre unos materiales u otros.

  • Coste – Este es uno de los aspectos que suelen ser considerados, porque de acuerdo con el presupuesto se pueden tomar determinadas decisiones o no.

Los tipos de materiales y sus resultados en las cajas reductoras o motorreductores

  • Mecanizado de acero – En realidad es el material más común que se usa para la producción de piñones, engranajes y ejes. En caso que sean de alta precisión, se los puede elaborar con mecanizado de acero, que es de un bajo nivel de ruido y con una gran capacidad.

  • Zamak – Es una aleación de zinc, con magnesio, aluminio y cobre. En este caso el material es un poco más económico que el acero y también cuenta con unas propiedades que son superiores a las del plástico. Cuenta con la ventaja que se puede inyectar y se lo puede tratar de modo posterior para que sus propiedades se refuercen.

  • Plástico – Si se lo compara con el acero, la capacidad de carga se reduce a tan sólo el 10%. Pese a lo anterior, en algunas aplicaciones puede ser una excelente alternativa si se opta por una fabricación por inyección de plástico, ya que el ahorro será considerable en comparación con el acero.

  • Bronce – Se lo usa de manera común en los engranajes helicoidales y es un material que no es tan habitual porque su versatilidad es baja en relación con los requisitos de rendimiento.

  • Pulvimetalurgia – Es una opción más novedosa y es un modo interesante de trabajar con metal a través de la compactación de polvos.